viernes, 9 de noviembre de 2007

¿Qué cambios se producen durante el embarazo?

Cuando una mujer se queda embarazada se producen cambios en su organismo que lo preparan para un crecimiento fetal correcto.

Los primeros cambios pueden apreciarse incluso antes de saber que existe embarazo, concretamente el aumento del pecho, las náuseas y vómitos matutinos, ardores de estómago, rechazo a ciertos alimentos, y una micción más frecuente. También puede notarse un oscurecimiento de la piel de los pezones, mayor cansancio y mucho sueño: por eso es importante dormir y descansar las horas suficientes (mínimo 8 horas diarias). Las encías pueden sangrar con mayor facilidad, por lo cual se aconseja mantener una higiene dental correcta y visitar al dentista durante el embarazo.

En el segundo trimestre parece que todo empieza a mejorar; sobre todo si ha habido náuseas y vómitos, éstos en general desaparecen. El útero va creciendo poco a poco y distendiendo el abdomen, por lo que hay que vigilar la aparición de estrías.

También se produce un aumento en la pigmentación de la cara (cloasma gravídico), de muslos, de la piel perineal, de lunares antiguos y aparece una línea oscura entre el pubis y el ombligo, aunque todas estas señales suelen desaparecer después del embarazo.

Algunas mujeres muestran un aumento del vello en la cara y en la parte inferior del abdomen. Asimismo, después del embarazo puede producirse una caída del pelo que conviene prevenir manteniendo la ingesta de vitaminas.

Debido a los cambios de peso y a los cambios de posición que se van adoptando a medida que el embarazo progresa pueden aparecer lumbalgias, ciatalgias... Por eso es bueno hacer cierto ejercicio para fortalecer la musculatura de la columna, intentar corregir las posturas y no olvidar el reposo nocturno mínimo. También se aconseja vigilar la tendencia a las varices, ya que aparecen hasta en un 50% de embarazadas, en piernas, vulva, vagina y mucosa rectal (hemorroides). Es bueno hacer ejercicios de piernas, darse duchas de agua fría desde los pies hasta los muslos, evitar todo lo que comprima las piernas sobre todo a nivel de las pantorrillas, e incluso utilizar medias compresivas. Para mejorar las hemorroides hay que evitar al máximo el estreñimiento mediante una alimentación rica en fibra, haciendo ejercicio y bebiendo cantidades importantes de líquido. También es importante mantener una buena higiene perineal y si las hemorroides sangran consultar con el médico.

Es posible tener calambres en las piernas, muy incómodos pero no graves, que se alivian con masajes y movimientos de flexión y extensión. A veces se presenta también una sensación de hormigueo y adormecimiento de las manos, por compresión del nervio mediano debido al aumento de líquidos. Para aliviarlo conviene levantar las manos y moverlas.

Alrededor del cuarto mes los movimientos fetales empiezan a notarse; Al principio cuesta identificarlos y se perciben como un leve cosquilleo, pero a medida que el embarazo progresa van aumentando hasta convertirse en auténticas 'patadas'.

En el tercer trimestre el útero va aumentando cada vez más de tamaño y va comprimiendo todos los órganos: la vejiga de la orina, con lo que aumenta más la frecuencia miccional; el retorno venoso, agravándose las hemorroides y varices, y una compresión torácica que puede dificultar la respiración. También es normal notar endurecimientos del útero desencadenados por la actividad de la madre o la del feto, son pequeñas contracciones que no tienen importancia mientras no sean rítmicas y regulares.

También se puede notar dolor procedente de las articulaciones pélvicas

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